La piloto de un Boeing 737 de Ryanair despegó del aeropuerto de Barcelona con un ala del avión dañada, tras golpear a otro aparato
de American Airlines en la pista de El Prat, pese a las airadas
protestas de los pasajeros
Más información sobre esta compañía irlandesa de bajo coste. Ryanair opera en 22 aeropuertos y 11 de sus 44 bases se encuentran en España.
Todos los que formamos parte de la gran familia de la aviación tenemos siempre una idea en la cabeza: la "seguridad del vuelo". Es lo más importante y la causa de muchos dolores de cabeza para todos; pilotos y TCPs, pero también mecánicos, agentes de facturación y embarque, operaciones, etc.
Cualquier cosa, literalmente, puede prender la mecha de la temida cadena de errores que determinan un accidente/incidente. Puede ser un procedimiento que se desvía de nuestro manual de operaciones, puede ser un problema inesperado que surge y que nos pasa inadvertido o puede ser un suceso fortuito, como éste.
Es bastante extraño que ninguna de las dos tripulaciones notasen el roce de los dos aviones, aunque según el informe de la CIAIAC varios
pasajeros de Ryanair alertaron inmediatamente a las TCPs (Tripulantes de Cabina de Pasaje) que a su vez notificaron a los pilotos. Pero se cometiendo varios errores, afirman. En primer lugar se contravinieron los procedimientos de la comapañía al avisar únicamente a la cabina con un tono en lugar de tres, para cualquier información de emergencia. Y posteriormente se informa a la
comandante minimizando la gravedad de los hechos descritos por los pasajeros.
No es nada personal contra esta compañía, pero ya son varios avisos, y el que avisa, que decía mi abuelo, no es traidor.
INFORMACIÓN
La piloto de un Boeing 737 de Ryanair despegó del aeropuerto de Barcelona con un ala del avión dañada, tras golpear a otro aparato
de American Airlines en la pista de El Prat, pese a las airadas
protestas de los pasajeros. Éstos alertaron del incidente a las azafatas
de la low cost irlandesa, pero la comandante, que no se había
percatado de la colisión, ignoró las quejas y emprendió el vuelo a
Ibiza. La otra aeronave cruzó el Atlántico rumbo a Nueva York con una
profunda brecha en la cola provocada por el choque, que también pasó
inadvertido para su tripulación.
Un
informe de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de
Aviación Civil, organismo adscrito al Ministerio de Fomento, revela que
la falta de entendimiento entre los pasajeros y los tripulantes de
cabina del Boeing de Ryanair, ninguno de los cuales hablaba castellano,
y la deficiente comunicación entre éstos y los pilotos, que no dieron
credibilidad a la información recibida, fueron las causas principales de
un suceso que pudo haber acabado en tragedia.
Los
hechos a los que se refiere el informe, recientemente concluido,
ocurrieron el 14 de abril del pasado año en El Prat. Un Boeing 737 de
Ryanair con destino a Ibiza y 169 pasajeros a bordo colisionó en tierra
con un Boeing 767 de American Airlines que se disponía a despegar hacia
Nueva York con 225 pasajeros. Cuando el primero alcanzó el final de la
calle de rodadura y se situó en la zona de espera de la cabecera de
pista 25-L para recibir la autorización de despegue de la torre de
control, se encontró con la aeronave de American Airlines estacionada
allí aguardando su turno. Al rodear a ésta por su parte trasera
para avanzar hacia su posición en la pista, el avión de Ryanair golpeó
con su ala derecha el estabilizador de cola del otro aparato.
No hablaban castellano
Pese
a los visibles daños causados en el 767 de American Airlines, el choque
pasó inadvertido para las tripulaciones de ambas aeronaves. Pero varios
pasajeros de Ryanair que habían observado desde sus ventanillas la
deficiente maniobra llevada a cabo por la piloto del avión y sus
consecuencias, alertaron inmediatamente a las azafatas, que no
comprendieron el motivo de la inquietud y el nerviosismo de aquéllos
porque no hablaban castellano. Finalmente, un pasajero se dirigió en inglés
a una de ellas y le explicó lo ocurrido. La tripulante de cabina
informó entonces a la sobrecargo, y ésta le ordenó que avisara a la
comandante y su copiloto.
Así lo hizo la azafata, pero cometiendo varios errores,
según se desprende del informe. El primero, llamar desde el interfono
de la cabina de pasajeros con un solo tono, pese a que los
procedimientos de Ryanair establecen que los avisos de emergencia a los
pilotos deberán ser siempre de tres tonos. El segundo, informar a la
comandante minimizando la gravedad de los hechos. Y, por último,
asegurando a ésta que "un pasajero se quejaba de que había observado un
contacto" entre los dos aviones, cuando en realidad fueron varios los
pasajeros que dieron la voz de alarma.
Los
investigadores de la Comisión de Accidentes, que entrevistaron
posteriormente a la piloto de Ryanair para elaborar su informe, señalan
en el mismo: "La comandante remarcó que entendió que había sido un solo
pasajero el que había visto el contacto, y no varios como luego
averiguó. Manifestó que probablemente su decisión de continuar el vuelo
hubiera sido distinta si hubiera sabido que fueron varios". La azafata,
entrevistada también por la comisión, confesó que se dirigió a la piloto
en estos términos: "Perdone que la moleste. Sé que se supone que
no debo. Sólo para su información...", en un tono que contribuyó a
restar gravedad a lo ocurrido. Por si fuera poco, la comandante
respondió a la azafata que "habían pasado cerca" del aparato de American
Airlines, "pero que no se habían tocado".
"Rotura en el estabilizador"
El
informe añade que "otro indicio de la deficiente comunicación es el
hecho de que, al relatar la conversación con la comandante, la TCP
[tripulante de cabina de pasajeros o azafata] calificó la explicación
que aquella le dió como 'en términos de aviación', dando a
entender que no estaba familiarizada con el lenguaje utilizado por la
piloto". Y concluye que "el hecho de que la comandante entendiera que
solamente fue un pasajero, y no varios, el que informó de la colisión,
corrobora los defectos de comunicación y fue determinante en la
evaluación que hizo de la situación, tal y como ella mismo manifestó".
Haciendo caso omiso a las reclamaciones de los pasajeros, el Boeing de Ryanair despegó en dirección a Ibiza con "daños en el winglet del
semiplano derecho". Y el aparato de American Airlines, que no fue
alertado por la tripulación de la compañía irlandesa, puso rumbo a Nueva
York con "una rotura en la parte externa del estabilizador
horizontal izquierdo". Al llegar a su destino, la piloto de Ryanair
comprobó mediante una inspección ocular del aparato que los pasajeros
tenían razón, por lo que dio aviso urgente a sus superiores. Ryanair se
puso entonces en contacto con American Airlines para informar del
suceso, pero el avión se encontraba en esos momentos cruzando el
Atlántico. Afortunadamente para sus 225 pasajeros y sus 14 tripulantes,
la cadena de errores cometida por el personal de Ryanair no tuvo
consecuencias fatales.
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